Mad Man es una de las series más queridas de todos los tiempos.
¿Su diseño? ¡Icono de un estilo que nunca pasa de moda!
Entre los verdaderos seguidores, ¿quién no ha pensado alguna vez en decorar en el estilo Mad Men aunque solo sea un rincón de la casa?
Esta serie tan apreciada ha vuelto a llevar al apogeo el estilo Mid Century desarrollado en Estados Unidos e influenciado por la Bauhaus, importado por Alemania antes de la Segunda Guerra Mundial.
Podríamos denominarlo como un retro moderno, caracterizado por un mobiliario funcional, unas redondeces apenas perceptibles y unas líneas sencillas y limpias, y, quizás precisamente por ello, atemporal.
La vida de los publicitarios de Madison Avenue transcurre en interiores siempre muy elegantes, con muchas referencias al diseño, la moda y el arte.
Escenarios magistralmente construidos por la decoradora Claudette Didul y el escenógrafo Dan Bishop, ideador del salón ejecutivo de cuentas de la agencia de publicidad Sterling Cooper.
Las escenas de este drama de época también están ambientadas en espacios domésticos, bares y restaurantes, pero es en la agencia de Madison Avenue donde se pueden captar referencias al arte abstracto, contemporáneo y Op art, así como a las obras de Michal Shapiro, Kymm Swank y Bridget Riley.
Una escena memorable es la ambientada en el despacho de Bert Cooper (interpretado por Robert Morse), cuando el ejecutivo muestra su última adquisición: un gran lienzo de Mark Rothko, comprado por 10.00 dólares.
“La gente —dice— compra cosas para satisfacer sus aspiraciones, esa es la base de nuestro negocio... entre tú, yo y el poste de la luz de ahí fuera, lo único que puede duplicar su valor antes de Navidad es precisamente el poste”.
Y por una cuestión de aspiraciones, también las decoraciones de diseño y los azulejos decorados pueden convertirse en objetos de culto, o atemporales, ¡como el brick que reviste los edificios del East Side de Manhattan!
El ladrillo Maku (en la foto de la portada) representa su versión urban chic, esencial y elegante, perfecta para ambientes de representación e interiores sofisticados.
Los que prefieren dar al ladrillo una pátina de glamur se sentirán, sin duda, a gusto con Boston, una mezcla de pasado y vanguardia creativa, como la ciudad de la que toma su nombre y el hervidero de Madison Avenue. Una sobria y elegante paleta, de colores suaves e intensos, en el formato de 7,5X30 cm.
