La iluminación y los espejos son estratégicos para ampliar visualmente el espacio.
La intensidad de las fuentes ha de ser buena pero no excesiva, con una radiación uniforme. Una excelente solución es colocar las luces en lo alto o integrarlas en el mobiliario del baño.
Dotar los espejos con tiras de ledes, por ejemplo, garantiza tanto el aumento visual del espacio como de la luminosidad, a lo que, obviamente, también contribuye la elección de los colores, preferentemente claros.
Siguiendo con el mobiliario de baño minimalista y suspendido, las hornacinas son un recurso estupendo para optimizar y reducir los espacios ocupados y añadir un toque de elegancia.
También los azulejos de baño son fundamentales para aumentar la sensación de profundidad. Los azulejos horizontales claros, brillantes o con toques glossy aumentan sobremanera visualmente el espacio y la luz.
Sin embargo, los azulejos decorativos de pared de gran formato van más allá, ofreciendo la ilusión óptica de atravesar la mampostería y abriendo el baño a escenas románticas o fondos naturalistas, otorgándole belleza y sugestión.
La elección del pavimento recae, por supuesto, en el gres porcelánico, ideal por razones técnicas, prácticas e higiénicas. Para conferir profundidad, son ideales los formatos grandes y cuadrados o largos y horizontales.