La milenaria disciplina del Feng Shui enseña que la arquitectura y el mobiliario pueden favorecer la salud, la felicidad y la prosperidad. Aquí les decimos cómo renovar el dormitorio en 5 pasos.
Feng es el viento, Shui es el agua, elementos naturales que plasman la tierra, influyen en la armonía y en la salubridad de los lugares. Según la milenaria disciplina taoísta, el hombre puede interactuar con ello, haciendo que el entorno sea más favorable.
Feng Shui es una especie de Ciencia del Hábitat.
En el proyecto considera la orientación al sol, las direcciones magnéticas, las leyes de la física y la termodinámica, sin desatender la dimensión estética y ética: equilibrio, proporción y respeto por el medio ambiente.
La orientación de la casa y la exposición al sol son fundamentales. La cocina ideal está expuesta al suroeste, la sala de estar al sureste, para disfrutar de la luz y el calor necesarios. El dormitorio está expuesto al noreste o al este, para beneficiarse de los primeros rayos desde el amanecer.
Orden y esencialidad en la elección y disposición del mobiliario. Según el Feng Shui, el orden favorece la energía positiva (yang). El mobiliario debe ser sobrio, esencial, con formas sinuosas o redondeadas, dispuesto de manera que no obstaculice la energía que debe circular libremente.
La elección de los colores puede influir en el estado de ánimo y el comportamiento.
En la cocina se recomienda el amarillo porque da energía y estimula el apetito. En la sala de estar los colores cálidos para favorecer la intimidad y las relaciones. En el dormitorio los colores del cielo y del mar, relajantes e ideales para conciliar el sueño.
Agua, tierra, madera, fuego y metal son los 5 elementos esenciales del Feng Shui.
Déjalos entrar en tu hogar a través del mobiliario, colores, accesorios, velas naturales, plantas verdes y exuberantes, para crear una atmósfera relajada y llena de energía positiva.
Otro elemento esencial es el pavimento que, según el Feng Shui, representa la fuerza de la casa. La disciplina recomienda tener un solo pavimento en cada habitación o, mejor aún, en toda la casa para que la energía positiva fluya por todas partes.
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